APRENDER de las ESCUELAS
La Escuela N° 4080 “General Dionisio de Puch” está ubicada en el Departamento de La Viña, al sur del Valle de Lerma, a 88 km de la ciudad de Salta.
En el año 1862 nació como una Escuela de Primeras Letras para varones, que comenzó a funcionar con 20 niños. A partir de aquel momento, diferentes decisiones fueron conformando la actual escuela primaria mixta “General Dionisio de Puch”.
Actualmente, la escuela tiene una matrícula de 400 alumnos. Hay dos salas en el nivel inicial, dos divisiones por año en el primer ciclo y cuarto grado y tres divisiones por año de 5º a 7º grado.
La procedencia de los alumnos es diversa. Provienen de la zona centro y de zonas aledañas como Talapampa, El Carmen, El Infiernillo, Las Costas y El Ayusa. Algunas familias viven de planes sociales, otros son empleados del Municipio en el área de salud y seguridad, y también hay padres sin ocupación.
Ejercer el liderazgo, por parte del equipo directivo, implica influir en los docentes para alcanzar las metas propuestas. Para ello, la directora y la vicedirectora complementan sus perfiles y tareas. La gestión general es asumida por la directora y el trabajo sobre la dimensión pedagógica está a cargo de la vicedirectora, quien lleva un registro sistemático de las capacitaciones y organiza el material de lectura y las secuencias de enseñanza para que estén a disposición de todos los docentes.
Una de las fortalezas de la escuela es el sentido de pertenencia que desarrollaron los docentes. Existe una gran estabilidad en el equipo en el que la mayoría de los maestros son titulares. La satisfacción por estar en la escuela se puede apreciar cuando describen entusiasmados y apasionados la tarea que realizan.
En la Escuela N° 4080, las directoras se ocupan de integrar y potenciar los diferentes programas que ofrece el Ministerio de Educación: PIIE (desde el año 2004), Matemática para Todos (a partir del año 2012), IACE (programa de autoevaluación institucional que desarrollan guiados por UNICEF a partir del año 2015) y recientemente, la Jornada Extendida (a partir de 2014).
El curso Matemática para Todos es mencionado reiteradamente por los docentes como un insumo relevante para su trabajo. Las secuencias sugeridas por el curso, como así también el asesoramiento que reciben de la capacitación provincial, les permite promover el entusiasmo de los chicos por aprender Matemática. Este entusiasmo se refuerza también por los talleres que se ofrecen en la jornada extendida, en la que los juegos matemáticos ocupan un lugar fundamental. Incluso reciben el apoyo de una capacitadora de Matemática que los ayuda y los acompaña en el aula.
A partir del ciclo lectivo 2014, la Escuela N° 4080 incorporó la jornada extendida de 5º a 7º grado, y en el año 2015 se sumó a esta modalidad también el primer ciclo.
Los docentes asumieron una actitud de aprendizaje frente a la implementación de la jornada extendida y buscaron entusiasmar a los chicos con diferentes talleres y actividades.
En estos talleres se hace un uso intensivo de los recursos: la biblioteca, los videos, los disfraces, los juegos enviados por el ministerio y el audio son aprovechados para el desarrollo de la jornada. A su vez, para el desarrollo de estas actividades y para promover que los aprendizajes se realicen en ámbitos diferentes al aula, los docentes utilizan el Centro Integral Comunitario del municipio u otros espacios no escolares.
El edificio y sus variados espacios (aulas, salones, teatro, biblioteca) ofrecen oportunidades para desarrollar distintas actividades. El compromiso de la cooperadora y especialmente de su presidente, que es exalumno, se refleja en el mantenimiento edilicio.
Si bien los alumnos tienen que adaptarse al nuevo horario de la jornada extendida y algunos expresan que les resulta cansador, la mayoría disfruta de las propuestas que se ofrecen y afirman:
“Lo que más me gusta de la escuela es la jornada extendida porque aprendo más y me ayuda a comprender más mis tareas”.
“Lo que más me gusta es la jornada extendida y los talleres porque comparto más tiempo con mis amigas. Los talleres que más me gustan son música y deporte”.
“Lo que más me gusta de la escuela son los recreos, la jornada extendida, los talleres y estudiar porque de allí aprendemos más y también nos ayuda a reflexionar sobre lo aprendido”.
Los niños tienen horas de acompañamiento al estudio; un taller, llamado “Activa-Mente”, en el que se aprende matemática a través de juegos; un taller de Teatro; un taller de deporte y uno de música. Incluso los docentes y los chicos expresan con orgullo que con el grupo de teatro ganaron varias instancias del Torneo Evita y que los fines de semana colaboran con la radio local.
Los docentes reconocen en sus alumnos el espíritu de superación, las ganas de aprender, y creen que esas ganas de aprender deben ser generadas por ellos mismos. Un ejemplo del entusiasmo de docentes y chicos es el proyecto sobre ambiente y contaminación que desarrollaron con 1º grado y que llegó a la instancia nacional de la Feria de Ciencias.
El aprendizaje de los niños y niñas es una preocupación constante, especialmente en el caso de aquellos alumnos con mayores dificultades, para lo cual se intercambian perspectivas y se acuerdan estrategias de enseñanza. Un docente expresa: “Tenemos reuniones para conversar sobre la evolución y el rendimiento de los chicos. Sirven porque se va viendo regularmente el desempeño de cada uno y las estrategias que son necesarias para recuperar”. Otra maestra describe: “Los maestros del mismo grado siempre estamos hablando de los chicos, necesitan mucho apoyo.”
Esta constante preocupación por encontrar nuevas estrategias es especialmente importante en una escuela como esta, donde asisten varios niños con dificultades para el aprendizaje, ya sea por cuestiones físicas, afectivas o sociales, a quienes se les dedica mayor tiempo de enseñanza. Asimismo, una maestra de apoyo que envía la Escuela Especial acompaña a los niños del turno mañana y del turno tarde. En el momento en que visitamos la escuela había 9 niños integrados.
En este marco, aprovechar el tiempo para aprender es una preocupación fundamental. Por ello, si un docente falta, toma la clase el celador o se dividen en los otros grados, los alumnos no son enviados a sus hogares.
El testimonio de una de las alumnas da cuenta de la preocupación de los docentes por el aprendizaje de todos: “Lo que más me gusta de la escuela es cómo enseñan, porque cuando yo o algunos de mis compañeros no entendimos cómo hacer los trabajos las maestras nos vuelven a enseñar y a explicar hasta que lo comprendemos”.
Lejos de resignarse frente a algunos aspectos de la realidad social en la que está inmersa la escuela, directoras y docentes desarrollan estrategias para superar las dificultades.
Dada la cantidad de inasistencias que presentaban los alumnos, la escuela comenzó a desarrollar estrategias para reducirlas. Trabajan con las familias la importancia de asistir a clase, llaman a las casas para ver por qué faltaron, les piden que justifiquen con certificados médicos las inasistencias y, si es necesario, el preceptor se acerca hasta las casas. También se trabaja con las familias para resolver los problemas de rendimiento y conducta.
Las expresiones de los alumnos mayores nos permiten acceder a una descripción de los logros que los niños alcanzaron gracias a la escuela:
“Durante estos años aprendí a ser más compañera, a ser más libre (expresarme)… a razonar, comprender (aplicar técnicas de estudio).”
“Aprendí a jugar, a convivir con los demás, a tener respeto con los demás y a ser mejor persona.”
“Lo que más me gusta es aprender porque cuando me reciba puedo estudiar de maestra y esos temas que estoy aprendiendo ahora me los pueden tomar, o para ayudar a mis hermanos y primos a realizar sus tareas.”
“Siento que aprendí mucho en estos años. Siento alegría, responsabilidad, entiendo todo lo que me costaba entender.”
“Lo que más me gusta es que los maestros son buenos y que tenemos taller. Son muy lindos los talleres por la tarde y aprendemos a hacer muchas cosas que antes no podíamos realizar.”
“Lo que más me gusta es leer y hacer mis tareas, porque me gusta compartir cuentos, leyendas e historias. También me gusta hacer mis tareas porque me gusta tener la carpeta completa y cuando hacemos autocorrección, me gusta participar.”
“Sentí que aprendí mucho durante los 7 años que estuve en esta escuela y que tuve y tengo demasiados recuerdos. Y también creo que estoy preparada para ir al colegio (calcular, aprendí a exponer, debatir, leer, participar en clase).”
En la escuela 4080 de La Viña, bajo el cielo salteño, directores y docentes se comprometen con el diseño de la jornada extendida y llenan de sentido el tiempo escolar. Saben que la enseñanza y el aprendizaje no están determinados por el contexto y que este es solo el punto de partida. Son conscientes que de su trabajo depende la construcción de las oportunidades que los niños merecen tener.