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Investigaciones

“¿Quién dijo que no se puede? Escuelas efectivas en sectores de pobreza”

Partiendo de la premisa de que las respuestas a la pregunta por cómo hacer que los niños en situación de vulnerabilidad económica alcancen aprendizajes que podrían transformar sus vidas existen y están en las escuelas, el estudio buscó identificarlas y documentar su realidad presente y su trayectoria para hallar las claves o factores que hacen posibles sus buenos resultados. Así, este estudio buscó mostrar que es posible brindar educación de calidad en escuelas con niños que viven en condiciones de pobreza y entregar pistas o señales de caminos concretos para lograrlo.

A partir de un análisis transversal que buscó semejanzas y diferencias en el conjunto de los casos, el estudio halló 8 claves que explican los buenos resultados:

· Nunca un factor aislado logra buenos resultados de modo permanente. Se trata de una concatenación de factores que operan eficazmente cuando se presentan en conjunto y se encuentran alineados en la unidad educativa, desde los alumnos hasta la dirección de la escuela.

· La gestión institucional de estas escuelas está centrada en lo pedagógico: el aprendizaje de los alumnos está en el centro de su accionar.

· Directivos y profesores tienen y comunican a los alumnos –y con frecuencia también a sus padres– altas expectativas con respecto a su aprendizaje.

· Entre las claves de los buenos resultados que tienen raíz en la gestión pedagógica, se encuentran: el liderazgo directivo y técnico, los proyectos educativos con metas concretas y priorizadas, las reglas claras y explícitas, el profesionalismo y la ética del trabajo, la planificación y la evaluación, el desarrollo profesional docente, y el compromiso y la identidad institucional.

· Entre las claves de los buenos resultados que tienen raíz en las prácticas pedagógicas en el aula, se encuentran: clases motivadoras y cercanas a la vida cotidiana de los alumnos, con propósitos claros, bien estructuradas, alto aprovechamiento del tiempo, exigentes, con predominio de refuerzos positivos, evaluación y retroalimentación regular del aprendizaje de los alumnos, con prioridad sobre la comprensión lectora, la expresión de ideas, el razonamiento lógico, la autonomía y la creatividad de los niños.

· La alianza entre la escuela y las familias es fundamental para que la escuela alcance buenos resultados.
Los buenos resultados académicos de estas escuelas se construyeron desde la experiencia y la práctica más que a partir de textos o enfoques pedagógicos y didácticos determinados.

· >De las escuelas estudiadas, aquellas que pasaron de una situación crítica de bajo rendimiento a una situación de excelencia lo hicieron a través de un impulso externo (como recursos y proyectos provistos en el marco de reformas educativas, cambio de director, llegada de nuevos docentes, una amenaza exterior, o la alarma por malos resultados en las evaluaciones estandarizadas) entrelazado con factores internos (cuando un grupo significativo de profesionales de cada escuela asume con convicción que la situación es insostenible y que es necesario modificarla).

Además, en la segunda parte del trabajo, se analizan los casos exitosos de escuelas que han entendido la importancia de estas claves y las aplican en su trabajo cotidiano.